El amor de Dios




Un amor incomparable

 

Mucha gente habla del amor y dicen que aman, entienden que el amor es meramente un sentimiento, estos cuando algo lo emociona acerca de otra persona ya dicen que la aman, pero la realidad es que eso no es amor. El amor es algo que te lleva más allá, porque te lleva al compromiso y a valorar al otro, a tal punto, de desprenderse de lo que te haces bien para favorecer a otros. Eso es el amor, sacrificarse por aquellos que ama.


El amor no es egoísta, muchos dicen que aman, pero no sacrifican nada, y el que solo piensa en sí mismo y no sacrifica nada por los demás, no ha conocido el amor. Porque el amor te conduce al sacrificio, te lleva hasta la muerte, en busca del bien de los que ama. Además, el amor es compasivo y misericordioso, como es Dios; porque Dios es amor, un amor incomparable.


Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.

Juan 3:16


En la palabra de Dios podemos conocer el verdadero amor: el amor de Dios. El Padre nos modela el verdadero amor, nos indica las expresiones y actitudes a las cuales es conducida la persona que ama a alguien: siempre será movido a una acción de bien en  favor de la persona  que dice amar. Nunca pero nunca busca solo su bien, porque en el amor no hay  egoísmo.


El amor de Dios es incomparable, te ama sin condición, no espera nada a cambio y aunque nosotros le fallamos, Él espera nuestro regreso con los brazos abiertos. Es inmenso el amor de Dios por el hombre, El no lo ve como lo ve el mundo, el Padre no te ve con los fallos y errores, El te ve como te creo al principio; como imagen y semejanza suya.


Aún alejado de Él, perdido en la desobediencia y la vanidad, el amor de Dios permanece, no se envejece ni se deteriora, sino que se mantiene, y con sus ojos puestos en ti apuesta a ti, porque eres sellado desde el principio. Cuánto te ama El Señor, que nunca te ha desamparado; en tus adversidades y en todo tiempo, El ha estado ahí porque su amor es incomparable.

 


El amor de Dios en la humanidad



¿ Dónde está el amor de Dios? ¿Se aman unos a otros los seres humanos como mandó El Señor?

Dios nos da un mandamiento, Él nos manda a que amemos unos a otros como Él nos amó. Es necesario que llevemos a cabo este mandamiento, debemos amar a nuestros semejantes, no mirar sus fallos y errores, sino amarlos tal y como son, como lo hace el Padre.

Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros.

Juan 13:34

Dios nos manda a que nos amemos unos a otros, no a que nos acusemos y señalemos unos con otros, pero para que esto suceda tenemos que conocer más a Dios,  para pensar como Él piensa, ver cómo Él ve y hablar como Él habla. Porque Dios no ve nuestros fallos y errores, El nos ve como nos creó al principio. El Padre no se enfoca en nuestro pecado, Él nos perdona.

Pero nosotros no vemos en nuestros hermanos lo que Dios ve, y por eso no los amamos como Dios los ama. Dios ve su imagen y semejanza, su Espíritu Santo, el sellos de su gloria, Él no ve los daños, las grietas, ni las marcas ocasionadas por la desobediencia, ese no es su enfoque, sino en lo que creo al principio.

Tenemos que ver a Dios en nuestros hermanos, ver su imagen y semejanza, ver el sello de su gloria y ver el Espíritu de Dios, si identificamos esto, nos vamos a amar como Dios nos ama. Mientras estemos mirando los fallos y los errores de nuestros hermanos, el amor de Dios no reinará en nuestros corazones y no vamos a poder amar como Dios ama. 

Pero si nos  vemos como Dios nos ve unos a otros y nos perdonamos como Dios perdona, seremos perdonados por Dios y su amor crecerá en nuestros corazones

Soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros.

Colosenses 3:13




Necesitamos el amor de Dios, necesitamos tolerarnos y perdonarnos unos a otros. Jesucristo nos perdonó, Él no nos condenó por nuestros pecados, ¿Entonces por qué nosotros no nos podemos perdonar y vivimos atados a la falta de perdón que nos esclaviza y nos aparta del amor de Dios?

La humanidad necesita reconciliarse con Dios y cultivar el amor de Dios que es lo que nos identifica como hijos de Dios. No podemos decir que somos hijos de Dios si no amamos a nuestros hermanos. No podemos decir que conocemos a Dios si no reconocemos que nuestro prójimo también es hijo suyo, y que por tanto debemos amarlo como Él lo ama.

Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios. El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor.

1 Juan 4:7-8

El amor es de Dios y como hijos suyos debemos manifestar su amor, cuando amamos a los demás le estamos diciendo al mundo que conocemos a Dios y le pertenecemos a Él, porque Él es amor. El mundo no puede amar porque no es de Dios ni le conoce, pero nosotros somos sus hijos, y cómo sus hijos le conocemos y le pertenecemos y por tanto manifestamos su amor.

La misericordia y la compasión es una muestra del amor de Dios, así que cuando siente dolor por la necesidad de tu prójimo y actúa con misericordia es porque el amor de Dios está en tu corazón.

Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia.

Mateo 5:7

Cuando  el amor de Dios está en nuestros corazones y actuamos con compasión y misericordia esto nos garantiza que Dios haga lo mismo con nosotros, darnos la misma recompensa que damos a nuestros prójimos. 

El amor de Dios es incomparable, nos ama sin condición, nos ama por encima de nuestros fallos y errores, y siempre que nos dirigimos a Él en busca del perdón, Él nos perdona. Necesitamos el amor de Dios en nuestros corazones, porque es la única forma de alcanzar la misericordia del Padre, ser misericordiosos y compasivos con nuestros hermanos y  amarnos unos a otros como Dios nos ama.

 


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