Renovación y transformación del entendimiento
Verdad y vida de Dios
Muchas veces nos conformamos con lo que estamos viviendo, y lo que vivimos no es ni parecido a lo que Dios tiene para nosotros, pero por nuestra mentalidad no podemos recibir la bondad del reino y vivir la vida de Dios. Por eso tenemos que cambiar nuestra forma de pensar, no conformarnos con lo que estamos recibiendo, sino transformar nuestro entendimiento para comprender qué es lo que el Padre tiene para nosotros.
No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.
Romanos 12:2
La forma de pensar del ser humano dice lo que realmente es, porque los pensamientos se convierten, primeramente en palabras, y luego en hechos. Es por eso que debemos cambiar nuestra mentalidad, no seguir con los pensamientos de antes, sino pensar como hijos de Dios que ya somos.
No vivan ya según los criterios del tiempo presente; al contrario, cambien su manera de pensar para que así cambie su manera de vivir y lleguen a conocer la voluntad de Dios, es decir, lo que es bueno, lo que le es grato, lo que es perfecto.
Romanos 12:2
Ya ves, según pensamos así actuamos si pensamos mal vamos a actuar mal, y si pensamos bien vamos a actuar bien, por eso es que no debemos pensar igual que antes, sino que debemos renovar nuestro entendimiento para poder conocer la buena voluntad de Dios, es decir, lo es bueno, lo que es grato, lo es perfecto.
Un cambio de mentalidad nos convierte en nuevas criaturas y nos lleva a comprender la verdad de Dios, y por ende, a alcanzar las riquezas del reino que el Padre tiene para nosotros, que es su voluntad.
¿Qué es el entendimiento?
El entendimiento es:
1. Facultad de la mente que permite aprender, entender, razonar, tomar decisiones y formarse una idea determinada de la realidad.
2. Capacidad de pensar y obrar con buen juicio, prudencia, reflexión, sensatez y responsabilidad.
Renovar el entendimiento es cambiar la forma de pensar para obrar correctamente, con prudencia, reflexión, sensatez y responsabilidad.
El apóstol Pablo le dice a los Romanos: No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.
Romanos 12:2
Él les está diciendo cómo conocer la voluntad de Dios, y cómo vivir a la manera de Dios, para que puedan recibir la bondad de Dios que es todo lo bueno, todo lo agradable y todo lo perfecto. La voluntad de Dios es buena, agradable y perfecta, pero es un conocimiento que sólo podemos alcanzar por medio de la renovación de nuestro entendimiento, cambiando nuestra manera de pensar y de actuar. Y cambiando nuestra manera de vivir, por la vida de Dios.
Cuando entendemos que la voluntad de Dios es agradable y perfecta, aunque las cosas no estén como queremos damos gracias a Dios, porque sabemos que cuando algo sucede por su voluntad siempre será para bien. Este conocimiento nos saca de la ignorancia, nos llena de fe y nos da un nuevo corazón, listo para vivir la vida que Dios quiere.
Teniendo el entendimiento entenebrecido, ajenos de la vida de Dios por la ignorancia que en ellos hay, por la dureza de su corazón;
Efesios 4:18
Cuando nuestro entendimiento no es transformado, ignoramos la verdad de Dios y actuamos a nuestra manera muy alejado de lo que Él nos manda, porque no creemos ni obedecemos sus reglas y leyes por la dureza de nuestro corazón. Pero cuando decidimos renovar nuestro entendimiento, los ojos del mismo son alumbrados, y de esta manera podemos ver y entender la voluntad de Dios para nuestras vidas.
Siendo iluminada nuestra mente, cambiados y renovados nuestros pensamientos, es ahí que vamos a entender la dimensión de la riqueza de la gloria a la cual hemos sido llamados. Un cambio de mentalidad nos coloca en la posición correcta, nos posiciona como hijos de Dios y nos conduce al disfrute de su gloria.
Alumbrando los ojos de vuestro entendimiento, para que sepáis cuál es la esperanza a que él os ha llamado, y cuáles las riquezas de la gloria de su herencia en los santos,
Efesios 1:18
Necesitamos que el Padre ilumine nuestra mente para comprender que somos hijos de Dios y que Él es nuestro Padre, entender todo lo que Él tiene para nosotros y poder disfrutar de la riqueza de su herencia.
Dios nos da la sabiduría necesaria para comprender los misterios de sus reino, nos fortalece para entender su voluntad y someternos a ella, y así vivir a la manera de Dios y disfrutar de su gloria, todo esto por medio de la transformación de nuestra mente.
Para que sean consolados sus corazones, unidos en amor, hasta alcanzar todas las riquezas de pleno entendimiento, a fin de conocer el misterio de Dios el Padre, y de Cristo,
Colosenses 2:2
Un entendimiento renovado y transformado te conecta con la voluntad perfecta del Padre, dándote la fortaleza que necesitas, y animando tu corazón para que vivas como Dios quiere. Te da los conocimientos de los misterios de Dios Padre y de su Jesucristo, todo a fin de que haya una excelente relación y revelación, para que cómo hijo de Dios pueda vivir en su presencia y disfrutar de su gloria.
Todo lo que el Padre tiene es para sus hijos, todo lo creó para ellos, por eso al cambiar la mentalidad, cambia de posición, y como hijo de Dios te convierte en heredero suyo. Y con tal conocimiento tú te apropias de la herencia del Padre Celestial e inicia una vida nueva en Cristo Jesús, haciendo uso de lo que es tuyo como hijo de Dios.
Dios te bendiga, Dios te guarde pueblo amado de Dios.
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