Como salir airoso de la prueba o proceso.

 

La adoración es tu solución

Muchas veces estamos siendo probados o procesados, y ni siquiera nos estamos dando cuenta, porque no entendemos que como hijos de Dios nada nos pasa por casualidad, sino que el Padre tiene un plan con nosotros y hace los movimientos necesarios para hacerlo cumplir. 

Debemos estar expectantes a cada movimiento que se nos presente en la vida, porque cada uno de ellos puede ser una acción del Padre, para prepararnos para la llegada  al lugar que Él tiene para nosotros. Pero cuando no podemos identificar los eventos por los cuales estamos atravesando, tampoco vamos a valorar nada en honor al que los está ocasionando, porque estamos totalmente ciegos espiritualmente, y solo podemos ver en lo natural.

Un proceso es una ocasión de elaboración o de transformación, por eso si sientes que estás en algún proceso es tiempo de que lo comprendas, y te rinda al Padre para ser cambiado y transformado como Él quiere, porque Dios es el alfarero y nosotros el barro.

¿Qué es un proceso? 

Un proceso es un conjunto de operaciones a que se somete una cosa para elaborarla o transformarla.

¿Qué es una prueba? 

Es una acción de probar a alguien o algo para conocer sus cualidades, verificar su eficacia, saber como funciona o reacciona, o qué resultado produce. 

¿Qué es un desierto?

Un desierto es un lugar despoblado e inhabilitado.

Es un territorio arenoso o pedregoso, que por falta casi total de lluvias o la tiene muy escasa. En conclusión es un lugar de escasez. 

Tener el conocimiento sobre lo que es una prueba, lo que es un proceso o desierto, y saber que somos hijos de Dios y que nada nos pasa por casualidad; esto nos ayudará bastante para decidir y tomar la decisión correcta en cuanto a lo que debamos hacer en cada temporada de nuestra vida. 

El proceso es doloroso y la prueba produce de todo, pero ambos son necesarios para mostrar determinados resultados. Sin proceso no hay producto terminado, y la prueba es el termómetro para medir el porcentaje que alcanzamos, y si somos o no somos. Entendiendo esto, lo correcto es identificarlos, para hacer lo que tenemos que hacer en cada uno de ellos, no ser engañados y salir empoderados. 

¿Qué debemos de hacer en el proceso o la prueba? 

Para responder esta pregunta vamos a hablar de dos acontecimientos bíblicos: vamos a indagar sobre el pueblo de Dios en el desierto y Jesús en el desierto.

La adoración es tu asignación

Dios sacó su pueblo de Egipto y lo llevó de paso por el desierto, pero como ellos no hicieron allí lo que debían hacer, el tiempo se multiplicó, hasta que la mayor parte de ellos murió allí. Es la consecuencia de no hacer lo debido en el proceso o prueba, que el tiempo en los mismos se extiende, y por ende no pasamos al próximo nivel.

Adorar al Padre

y dile: Jehová el Dios de los hebreos me ha enviado a ti, diciendo: Deja ir a mi pueblo, para que me sirva en el desierto; y he aquí, que hasta ahora no has querido oír.

Éxodo 7:16

El Padre los saco de la esclavitud de Egipto para que le sirvan a Él, pero ellos no tenían visión espiritual, y solo estaban al pendiente de lo natural, y esto no le permitía actual como debían hacerlo. Este pueblo no tenía conciencia de las plagas que Jehová había mandado a Egipto para liberarlos, pero ellos no quisieron ser libres, por eso caminaban en ceguera espiritual, y no veían ni valoraban la manifestación de la gloria de Dios.

Cuando estamos en ceguera espiritual en la prueba o proceso, el tiempo en los mismos se multiplica, porque no hacemos lo que debemos hacer, ni vemos la mano de Dios obrar a favor nuestro. Así de esta manera no vamos a pasar de nivel, tenemos que identificar lo que Dios quiere que hagamos, para poder avanzar.  

Entonces vinieron Moisés y Aarón a Faraón, y le dijeron: Jehová el Dios de los hebreos ha dicho así: ¿Hasta cuándo no querrás humillarte delante de mí? Deja ir a mi pueblo, para que me sirva.

Éxodo 10:3

Cuando estás en un proceso tiene una asignación y es la adoración, adorar es tu solución para salir airoso de cualquier situación. No te quejes, adora al Padre y tendrás su aprobación.

El pueblo de Dios por el paso por el desierto debía servir a Dios, solo debía adorarle, pero ellos no entendieron esto y solo se quejaban, y por tal razón duraron 40 años deambulando en aquel lugar. Es que la solución no es quejarse, sino servir al Padre, alabarle, adorarle, y darle gracias por todo lo que ha hecho por nosotros. Esto, sea en el desierto, prueba o proceso. Haciendo eso saldremos en el tiempo indicado, empoderados y aprobados por Dios.

En la adoración esta tu aprobación 

Jesús fue tentado por satanás en el desierto, pero él fue llevado por el espíritu a aquel lugar. Cuando estamos en la prueba o proceso, pero el Espíritu Santo de Dios está con nosotros, por más que el enemigo nos tiente no caeremos en su tentación, porque el Santo Espíritu de Dios nos fortalece y sustenta en todo el desierto.

Es por eso que necesitamos que el Espíritu de Dios esté con nosotros, para ser sustentados y fortalecidos por Él cuando venga la tentación. Porque en el desierto, en medio de las dificultades y necesidades, satanás se aprovecha, y se acerca a los hijos de Dios con mentiras y sugerencias para hacerlos caer.

Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto, para ser tentado por el diablo. Y después de haber ayunado cuarenta días y cuarenta noches, tuvo hambre. Y vino a él el tentador, y le dijo: Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en pan. Él respondió y dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.

Mateo 4:1-4

Jesús, sí sabía a que fue llevado al desierto, Él no fue a quejarse ni por comida, ni por agua, ni por nada. El ayuno 40 días y 40 noches, Jesús estaba en comunión con el Padre, por eso cuando vino el tentador, El estaba listo para responder adecuadamente.

Cuando estés en el desierto donde hay escasez y donde reina la incertidumbre, adora al Padre, porque la adoración te alinea con Dios, abre tus ojos espirituales, te llenará de paz, y traerá descanso a tu vida. Es en adoración que puedes vivir en lo natural lo sobrenatural. Es en este momento que en el espíritu puedes ver alcanzable  lo inalcanzable ,y lo imposible posible, porque puedes percibir de forma espiritual, como los recursos del cielo son puestos a tu favor por el Padre.

Pero satanás no quiere que tu adores al Padre, él quiere que le adore a él y permanezca en el proceso o desierto. Satanás quiere quitar la adoración de los hijos de Dios, hace lo que sea, perturba su mente con mentiras, para confundirlos y hacerlos caer  y evitar que adoren al Padre. Lo hizo con Jesús…

Ni en el desierto, ni en la prueba, ni en el proceso Dios te deja solo, El siempre esta contigo, pero si no adora durante los mismos no le podrá ver. La adoración es imprescindible en cualquier lugar que te encuentres, porque afina los oídos del espíritu y abre tus ojos espirituales, activa la comunicación con el Padre y te lleva a vivir en lo sobrenatural. 

y le dijo: Todo esto te daré, si postrado me adorares. Entonces Jesús le dijo: Vete, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él sólo servirás.

Mateo 4:9-10

En la dificultad el enemigo siempre se te va  a aparecer con supuestas soluciones, te va a ofrecer lo que realmente no tiene, todo esto para evitar que haga lo correcto, aquellos que te posiciona en el reino de Dios, y que te otorga la aprobación del Padre.

No te dejes engañar, en medio del proceso, prueba o desierto, adora al Padre aunque las cosas estén difíciles, adora al Padre aunque satanás no quiera, adora al Padre y tendrás victoria. Aunque haya hambre, haya escasez, aunque todo parezca oscuro y cerrado, adora al Padre, que es la única forma de salir aprobado y empoderado de cualquier dificultad.

Cuando rechaza los ofrecimientos del enemigo y permaneces firme en tu decisión de adoración a Dios, la gloria del Padre se manifiesta en tu entorno y se mueve a tu favor, llevando refrigerio y fortaleza, y cubriendo cada una de tus necesidades, para que salga de la condición que te encuentras con poder y pases al próximo nivel.

Dios te bendiga, Dios te guarde pueblo amado del Señor.