A la manera de Dios

 


Como Dios quiere


Desde el principio Dios creó un diseño perfecto para el ser humano, pero este implicaba que el mismo caminara de acuerdo a los preceptos divinos, para que de esta forma el ser humano volviera a vivir en plenitud y disfrutará de todas las bendiciones que Dios había creado para él. Pero el hombre falló, rompió el diseño y esto lo hizo independiente de Dios. Porqué disfrutar de las riquezas del Padre, conlleva obedecer sus órdenes, someterse a su voluntad, y vivir a su manera. 

Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra.

Génesis 1:26

Dios creó al hombre a su imagen y semejanza y colocó su espíritu en él, lo equipo para que viva en su presencia, hubo un diseño desde el principio. Pero el hombre rompió ese diseño y decidió caminar por su propio camino, viviendo a su manera no a la de Dios, y es ahí donde se daña todo. Pero a pesar de que el hombre decide correr tras sus propios deseos, Dios le llama y le habla constantemente. El Padre siempre está buscando a alguien que escuche su voz en la tierra, y esté dispuesto a obedecer a su llamado. 

Pero Noé halló gracia ante los ojos de Jehová.

Génesis 6:8

Fallaron aquellos en el principio, pero Dios ama su creación.  Después de la caída del hombre, él mismo se pervierte exageradamente, a tal punto que el Padre se arrepiente de haberlo creado. 


¿Por qué se arrepintió Dios de haber creado al hombre? Porque él mismo se apartó del camino que Él le indicó que caminara. Escogió el camino del placer y de los deseos naturales, y de este modo se perdieron en la vanidad, la avaricia y la corrupción del mundo. 

Dios se desagrada cuando ve a su pueblo desviado del plan de salvación que Él creó para él mismo, y por esto se arrepintió de haberlo creado, y decidió terminar con toda criatura. Pero aún ya decidido a terminar con toda criatura,  había uno en el cual Él halló gracia, y le dio una estrategia de salvación para él y para su familia.

Noe halló gracia ante los ojos de Dios. ¿Qué tenía Noe que los demás no tenían? Él tenía identidad. Mientras los demás se corrompían, él se mantenía con pureza, porque sabía quién era y vivía a la manera de Dios.

El Padre dio identidad al hombre, esto para que no caminara como huérfano ni como oveja sin pastor. Tenemos que recuperar nuestra identidad de hijos y volver al Padre, para regresar al edén como en el principio. 



Cuando reconoces quién realmente eres y recuperas tu identidad, te posicionas en el orden correcto de Dios. Esto te dará poder y autoridad, reforzará tu carácter y no hablaras como antes lo hacía, porque sabes que eres un hijo de Dios y sabes de lo eres capaz de hacer. 

Dijo luego Jehová a Noé: Entra tú y toda tu casa en el arca; porque a ti he visto justo delante de mí en esta generación.

Génesis 7:1

Noe no perdió la identidad de hijo por la corrupción del mundo, sino que el ADN divino puesto por Dios en él, definía su personalidad y carácter, haciendo que su comportamiento sea diferente en todos los demás.

Cuando tu no tienes identidad elige cualquier camino, porque no sabes quien eres, ni sabes adonde vas. Al enemigo le gusta confundir a los hijos de Dios para hacerle perder su identidad, porque cuando están así, son presas seguras para conducirlos a la muerte. 

Noe fue salvado de la muerte junto a su familia. ¿Pero y aquellos? ¿Qué pasó con aquellos que no tenían identidad? Aquellos perecieron, porque no creyeron en la palabra de salvación que había venido del cielo. Porque la falta de identidad te saca de tu terreno, y te lleva a caminar en ceguera,  perdido y confundido.

Esto es lo que satanás siempre persigue, sacarte del lugar que Dios creó para ti, para que no puedas ver su gloria en ningún momento de tu vida. Pero si podemos caminar con identidad, a pesar de las ofertas de los tiempos, viviremos como Dios manda y ordena. 

La falta de identidad te sucumbe en una vida sin sentido, desesperación y terror, pero la mayoría de las personas tratan de evadir esta situación con la vanidad del mundo, porque no comprenden lo que le está sucediendo. Muchos están sumergidos allí, viviendo una vida disfrazada, viviendo a su manera, en un gozo que no es real. 

Pero el verdadero gozo está en saber quién eres y en vivir a la manera de aquel que te creó, esto te da el carácter que necesitas para estar en gozo, y recibir todo lo que Dios tiene para ti. Vivir como Dios quiere nos conecta a Él, y nos hace digno delante de su presencia para ser merecedores de los recursos de su reino; no solo para nosotros, sino también para nuestra familia.

Dios te bendiga, Dios te guarde pueblo amado del Señor.

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