Un representante de Dios
Representante del Reino de Dios
El enemigo usa a diario sus instrumentos para oprimir a los hijos de Dios, es por esto que los mismos tienen que resistir y no permitir que él logre sus objetivos. Los hijos de Dios tienen que creer y confiar en Él, porque satanás no quiere que sean representantes del Padre, sino suyo.
Santiago 4-7
Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros.
Tu tienes que resistir y no responder de acuerdo a sus opresiones, sino obrar de acuerdo a Dios y a su palabra para que él huya de ti.
Un buen representante de Dios obra siempre en amor, esta persona nunca actúa en base al odio ni al rencor, sino que lo hace en base al amor y al perdón, no trata a los demás de acuerdo a como le han tratado.
Es una persona con corazón sano y limpio, no permite que las cosas que no son del agrado de Dios permanezcan en su vida. No guarda rencor, siempre perdona, y cambia todo pasado doloroso por la verdad de Dios días tras días.
Todo aquel que representa a Dios tiene un lenguaje de vida, su hablar es distinto a las demás personas, porque su forma de hablar es de acuerdo a la palabra de Dios; y por tanto, su lenguaje es de fe.
No es movido por lo que puede ver naturalmente, sino que se mueve de acuerdo al cielo. Lo que se ve de forma natural no es relevante para un representante del Padre, sino lo que Dios habla.
Es una persona con hambre de Dios, se mantiene en búsqueda constantemente, cada día busca llenarse más del Padre; esta es la gran diferencia. Habla diferente y actúa diferente, porque todo su ser lo gobierna Dios, y por tanto es Dios obrando a través de él.
Lenguaje de Dios
El que representa al Padre siempre habla palabras de fe, habla vida; por difícil que parezca la situación suelta por su boca lo que Dios dice, lo que Dios habla. Palabras de fortaleza, de ánimo, de esperanza, de cambio y de transformación; son las palabras que salen de la boca de un representante de Dios, porque es un instrumento suyo.
Números 14:9
Por tanto, no seáis rebeldes contra Jehová, ni temáis al pueblo de esta tierra; porque nosotros los comeremos como pan; su amparo se ha apartado de ellos, y con nosotros está Jehová; no los temáis.
El lenguaje de quejas, de críticas y de murmuración no es el lenguaje de Dios, sino de satanás. El lenguaje de Dios es de sanidad, de solución y de fe. Las personas que le creen a Dios tienen actitudes diferentes frente a las situaciones adversas, y declaran con su boca de acuerdo a lo que creen. Ellos hablan como Dios habla, y de la forma que Dios habla, porque conocen su Dios y viven en libertad con Él.
La condición espiritual de una persona se refleja en su forma de hablar, dependiendo de su nivel espiritual así hablará. Si tiene un lenguaje de quejas, de crítica o de murmuración, es una persona que no ha sido libre totalmente y permanece en esclavitud. ¿Cuál es el lenguaje que refleja libertad? Un lenguaje de libertad es un lenguaje fe. Todo el que ha conocido a Dios vive en libertad y esa libertad se refleja en un lenguaje de fe y de victoria.
Números 14:27
¿Hasta cuándo oiré esta depravada multitud que murmura contra mí, las querellas de los hijos de Israel, que de mí se quejan?
No creer en lo que Dios dice y pronunciar lo contrario a su palabra es una murmuración contra Él. Si Dios dice estará bien, tú no debes decir lo contrario a eso, porque eso desagrada a Dios. Las quejas, son una forma de murmurar a Dios, porque si eres su hijo o hija, Él tiene el control en ti. Entonces, si algo te acontece no debes quejarte, sino debes clamar a Él y dar gracias, porque Él es tu Padre. Tu te imaginas que todo lo que te acontece es la voluntad de Dios y tu quejándote de todo eso, si así lo haces, entonces ya te estás quejando del mismo Dios.
Los que conocen su Dios no se quejan, dan gracias siempre a Dios y gloria a su nombre. Esto independientemente de lo que les esté pasando, porque ellos saben que dependen de Dios, y por tanto, si algo sucede en sus vidas es porque es la voluntad de Él. No se quejan, no critican, ni murmuran; sólo dan gracias a Dios y declaran con su boca lo que quieren ver con sus ojos.
Números 14: 28
Diles: Vivo yo, dice Jehová, que según habéis hablado a mis oídos, así haré yo con vosotros.
Es que no hay un final agradable para los que tienen ese espíritu de quejas, que hablan todo lo contrario a lo que Dios dice; estos que hablan de acuerdo a como ellos se encuentran y no de acuerdo al poder de Dios, estos que no han conocido a Dios y que por tanto no valoran su presencia ni tampoco sus obras, y por consiguiente hablan conforme a ellos; así recibieron de acuerdo a lo que declararon con su boca.
Números 13:31-33
Más los varones que subieron con él, dijeron: No podremos subir contra aquel pueblo, porque es más fuerte que nosotros. Y hablaron mal entre los hijos de Israel, de la tierra que habían reconocido, diciendo: La tierra por donde pasamos para reconocerla, es tierra que traga a sus moradores; y todo el pueblo que vimos en medio de ella son hombres de grande estatura. También vimos allí gigantes, hijos de Anac, raza de los gigantes, y éramos nosotros, a nuestro parecer, como langostas; y así les parecíamos a ellos.
Según pronuncias así recibirá, si hablas lo bueno, cosas buenas recibirá, pero si declara lo malo, cosas malas recibirás. Es por esta causa que los hijos de Dios tienen que tener en cuenta lo que dicen, porque con su boca pueden declarar su futuro. Bueno ó malo, lo declaras con tu boca para tu vida.
Vamos a hablar lo bueno, vamos a hablar la palabra de vida, la palabra de Dios y palabra de fe; para que sea manifiesto en nuestra vida todo lo que el Padre tiene para nosotros. Porque si pronunciamos palabras vanas, así vamos a recibir. Pero si declaramos la bondad de Dios, en ella vamos a vivir.
Dios te bendiga Dios te guarde pueblo amado del Señor.
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