Instrumento de paz

 

Eres un instrumento de paz
 

Los hijos de Dios son instrumentos de Él, y por ende, ellos portan los atributos de Dios. Pero muchas veces no entendemos esto, y por no entenderlo estamos cargando algunas cosas que realmente no son de Dios, y las estamos llevando a los lugares que frecuentamos.

 

Para entender esto tenemos que hacernos algunas preguntas. ¿Qué es lo que doy en los sitios que frecuento? ¿Estoy siendo de bien para los demás? Al hacernos estas preguntas es probable que nos demos cuenta si estamos siendo un instrumento de Dios, porque Dios no es malo, sino el bueno. 

 

Eres un instrumento de paz, porque eres hijo de Dios. Pero hay otra pregunta que nos debemos hacer, y es, ¿Cómo estamos pensando? ¿Nuestros pensamientos son de bien o son de mal? Los hijos de Dios tienen pensamientos de paz y de bien, por eso son instrumentos suyos. En la santa palabra de Dios nos dice cómo debemos pensar:

 

Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.

Filipenses 4:8

 

Aquí nos indican claramente en qué debemos pensar, lo que quiere decir, que si nuestros pensamientos están fuera de esto, no son de Dios, y por ende, no estamos siendo sus instrumentos. Porque Dios es un Dios de paz y sus pensamientos son de bien, y si somos sus instrumentos tenemos que pensar de acuerdo a Él.

Es que lo que pensamos tiene que ver mucho con lo que hacemos, no podemos hacer el bien si pensamos mal, ni vamos actuar mal si podemos pensar bien. Es por eso que tenemos que transformar nuestros pensamientos, para ser buenos instrumentos de Dios, y  pensar como dice  Filipenses 4:8. Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.

 

De esta manera seremos el instrumento que Dios quiere que seamos, y lo representaremos como Él quiere, y donde quiera que vayamos. Porque nuestros pensamientos no están puestos en lo natural, sino en lo sobrenatural, que es Dios y su palabra.

Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado.

Isaías 26:3

 

Ya ves, que aquel que sus pensamientos perseveran en Dios, Él lo guardará en completa paz. Esa misma paz, en la que el Padre lo guarda, es la misma que llevará a los lugares que transite, y de este modo está cumpliendo la función del instrumento de paz que Dios quiere.

 

Es que aquí hay otra cosa, es que hay que confiar en Dios, para que nuestros pensamientos puedan perseverar en Él, si no confiamos en Dios, nuestros pensamientos no se mantendrán firmes en Él y en su palabra. Pero si ponemos nuestra confianza en Él, no pensaremos otra cosa que no sea referente a Dios y a todo lo que es de Él, y de esta manera seremos instrumentos de bien.

 

En conclusión, si confiamos en Dios y nuestros pensamientos permanecen firmes en Él, Dios nos guardará en completa paz y seremos sus instrumentos, instrumentos de paz y de bien y de todo lo que es Él.