La Vasija de Dios

 


 VASIJA QUE GUARDA EL TESORO

El enemigo siempre nos quiere llevar al muladar y sumergirnos allí, él usa diferentes estrategias, porque su objetivo es conducirnos hasta allá. ¿Qué es el muladar? El muladar es un lugar de abandono, de miedo, de derrota, y de muerte. Es el lugar donde se depositan los desperdicios, y todas las cosas inservibles . Por esta razón, el enemigo siempre quiere llevarnos allí, y hacernos creer que no valemos nada. Quiere colocar en nuestra mente que somos inservibles y que ya no vale la pena luchar, pero eso no es así, la verdad es que somos una vasija de Dios. 

Satanás utiliza cantidades numerosas de estrategias para llevarnos al nivel de que salga de nuestra boca estas palabras: ya todo se acabó, ya no vale la pena, no sirvo para nada. Ese es su objetivo, hacernos creer que somos un desecho, y que ese es el lugar correcto donde debemos estar. Pero hay un Dios que siempre está esperando el clamor de aquellos que son sellados y marcados por Él, aquellos que el enemigo siempre persigue para tratar de anular lo que tienen con El. 

Quiere sumergirlos allí, con el propósito de anular aquel tesoro que Dios puso en ellos, y evitar que se puedan comunicar con Él. El muladar es un lugar seco y árido, es un lugar de incertidumbre, donde no hay lugar para más nada, más que para el sufrimiento.


Es un lugar de desesperación que el enemigo organiza para empañar aquel valioso tesoro que Dios ha colocado en aquellos que Él ha creado, y evitar que se puedan comunicar con su creador. Pero si reconocemos que tenemos un tesoro, y entendemos que tenemos un creador y que tenemos algo en común con Él; de esta manera el tesoro vivirá, y seremos guiados por Dios. 

Ese tesoro que nos comunica con Dios, fue puesto en nosotros por nuestro creador, por el cual, aun allí ya en ese lugar (de abandono, sufrimiento, dolor y de muerte) nos conectara con Él.

 2 corintios 4-7 

Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros. 

Aparentemente uno está allí con las manos vacías, pero tiene un tesoro dentro que se mantiene con vida aun donde hay muerte. Ese tesoro que conecta al cielo, que comunica con Dios aun cuando el enemigo considera tener victoria. Ese tesoro tenemos que recordarlo y valorarlo, porque el enemigo no descansa, y siempre busca a los que son marcados por Dios para colocarlos en ese lugar de tormento y terror. Pero si tú reconoces lo que llevas dentro y lo valoras, aún allí tendrás vida. 


Tesoro de Dios

Tienes que entender que en ti vive ese tesoro, y que aun en ese lugar de muerte, ese tesoro palpita y vive. Y que aunque el cuerpo natural esté allí, el tesoro se comunica con Dios. Ese tesoro que conecta con Dios es muy valioso, ya que te conecta con Él independientemente de donde tú estés. Solo tenemos que reconocer que está dentro de nosotros, y cuando lo reconocemos, no importa dónde nos encontremos, algo se despertará en nosotros, que ese lugar donde estamos no nos podrá detener. 

Tú tienes un tesoro. Dios puso un tesoro en ti que conecta con Él independientemente de donde tú estés. El hijo pródigo estaba en un lugar de muerte, pero reconoció que tenía un tesoro, y que en casa de su padre, aun como sirviente, tenía mayores privilegios que en ese lugar que satanás lo había colocado. Y cuando reconoció esto, (cuando volvió en sí) qué comprendió cuál era su origen y quien él era, salió y se movió a su lugar; la casa de su padre. 

Él comprendió que tenía un tesoro, que tenía privilegios, y que ese nivel donde se encontraba no era el que le pertenecía. Ese lugar de muerte no es para nosotros, el nuestro es la casa del Padre: la presencia de Dios. El enemigo si quiere hacernos creer que allí debemos estar, pero ese lugar no nos pertenece, tenemos un lugar de origen, que es la casa del Padre. 

A satanás no le interesa que conozcamos nuestro origen, él no quiere que volvamos en sí, a él solo le interesa mantenernos desconectados y sin ninguna relación con el Padre. ¿Por qué al enemigo le interesa mantenernos desconectados de nuestro lugar de origen? Porque él sabe que ese lugar es un lugar opuesto al suyo, y que cuando reconocemos nuestro lugar de origen, nunca, pero nunca, nos podrá llevar a ese lugar de muerte que él nos quiere hacer creer que es el nuestro. 


Tenemos un tesoro, el cual el enemigo siempre va a querer empañar. Satanás con sus amuletos nos quiere hacer creer que ese tesoro no existe, pero está ahí, Dios lo puso. Lo que pasa es que si no lo reconocemos él tiene ventaja, es por eso que a él no le interesa que lo reconozcamos para mantenernos como algo inservible.

2 corintios 4-7 

Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros. 

Claro que el tesoro está colocado en una vasija de barro. Esta es la vasija donde se encuentra ese tesoro, una vasija de barro. Ese barro es la parte natural que tenemos, y el tesoro es la parte que nos comunica con Dios. Ese barro (la parte natural) es lo que nos hace vulnerables ante el enemigo. Esa parte natural no trabajada, es la que nos lleva a ser fácil de utilizar por satanás, pero cuando reconocemos que tenemos un tesoro dentro, entonces ese barro no podrá ser tocado, ni utilizado por ningún otro que no sea su creador. 

Ese barro que es nuestro cuerpo natural solo será la vasija para guardar el tesoro, nadie podrá dar otro uso que no sea el que asignó su creador. Ya reconocido el tesoro que lleva dentro, solo esa será su función; cargar el mismo. ¿Pero si no lo reconocemos y lo valoramos como lo que es, un apreciable tesoro, cómo vamos a cuidar, proteger y valorar la vasija que lo carga? Es por eso que tenemos que valorar el tesoro, porque dando el valor adecuado al mismo, así también vamos cuidar la vasija que lo carga, aquella que nuestro Dios para cargar el tesoro de su presencia.

Dios nos guiará poco a poco al nivel que Él quiere para nosotros, solo tenemos que ser esa masa moldeable que Él escogió para crear esa vasija para guardar el tesoro.



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