Toma tu posición de hijo de Dios

 




Eres hijo de Dios


Muchas veces estamos posicionados en la posición incorrecta y creemos que estamos en la posición que nos corresponde, pero en realidad estamos lejos de ella. Para posicionarnos correctamente tenemos que tener claro quienes somos, hasta no estar claros de esto, no podemos posicionarnos correctamente.

 

Un ejemplo de esto es, que eres hijo de Dios, pero si no te lo crees, no podrás tomar tu posición de hijo. Por eso, es necesario que sepas quien eres, para que puedas tomar tu posición. Porque cuando tomas la posición correcta, es entonces que podrás escuchar, hablar y actuar de forma correcta, porque tus acciones siempre serán de acuerdo a la posición que te encuentres.

 

Si no te posicionas como hijo de Dios, actuarás como tal, pero si te colocas como un hijo de Dios; tu visión, tus oídos y tu lenguaje serán diferentes. Ninguna de tus acciones serán de derrota, sino de victoria porque tienes un padre y tus acciones serán de acuerdo a Él.

 

David sabía quién era, desde que se encontraba cuidando las ovejas de su padre, él valoraba esa posición y hacia lo que tenía que hacer allí. Él, dependía de Dios en cada lugar que se encontraba, porque sabía quién era y en quien confiaba. Él llegó al lugar de batalla, y las voces que intimidaba y paralizaban a otros, en  David ocasionó algo diferente, porque cuando tú te encuentras en la posición correcta los eventos que se presentan no te controlan, sino lo que hay en ti controla el entorno. 


 Mientras él hablaba con ellos, he aquí que aquel paladín que se ponía en medio de los dos campamentos, que se llamaba Goliat, el filisteo de Gat, salió de entre las filas de los filisteos y habló las mismas palabras, y las oyó David.

1 Samuel 17:23

 

Todos escuchaban las mismas voces, pero las acciones eran distintas.  Mientras que Saul y su ejército, estaban paralizados e intimidados, David se preparó para ir contra aquel hombre que se consideraba fuerte e invencible.

 

Y dijo David a Saúl: No desmaye el corazón de ninguno a causa de él; tu siervo irá y peleará contra este filisteo.

1 Samuel 17:32

 

La victoria es tuya



Saber quien eres y ponerte en esa posición, te da la victoria frente a cualquier adversidad, porque nada te intimida ni atemoriza, sino que te da coraje para enfrentar la dificultad, confiando en el que está contigo.

 

Entonces dijo David al filisteo: Tú vienes a mí con espada y lanza y jabalina; mas yo vengo a ti en el nombre de Jehová de los ejércitos, el Dios de los escuadrones de Israel, a quien tú has provocado. Jehová te entregará hoy en mi mano, y yo te venceré, y te cortaré la cabeza, y daré hoy los cuerpos de los filisteos a las aves del cielo y a las bestias de la tierra; y toda la tierra sabrá que hay Dios en Israel. Y sabrá toda esta congregación que Jehová no salva con espada y con lanza; porque de Jehová es la batalla, y él os entregará en nuestras manos.

1 Samuel 17:45/47

 

Esta es la posición que necesitamos, una posición de dependencia de Dios y de confianza en Él, como la tenía David, porque solo así podemos actuar  de forma diferente a los demás. Si no somos dependientes de Dios y confiamos en Él, y nos mantenemos en esa posición, cuando se nos presente la dificultad, vamos a actuar de igual manera que los del montón, porque no tenemos nada diferente que ellos.


David, no necesito espada ni lanza, para vencer al hombre que tenía a todo el ejército paralizado. ¿Por qué no necesito nada de eso? Porque él estaba en la posición correcta: sabía quién él era, sabía con quién estaba, y sabía que su Dios era Todopoderoso. El mismo, le dio visión, dirección y lenguaje diferente, y le dio poder para derribar  al hombre que a todos paralizaba y llenaba  de miedo y temor.


El gigante fue vencido por alguien que ninguno creía que podía vencerlo, porque no es cuestión de como te vean los demás o de como te vea el enemigo, solo es cuestión de como te ves tu. Saul le dijo eres muchacho, Goliat lo tuvo en poco, pero él dijo:

 Tú vienes a mí con espada y lanza y jabalina; mas yo vengo a ti en el nombre de Jehová de los ejércitos, el Dios de los escuadrones de Israel, a quien tú has provocado. Jehová te entregará hoy en mi mano, y yo te venceré, y te cortaré la cabeza, y daré hoy los cuerpos de los filisteos a las aves del cielo y a las bestias de la tierra; y toda la tierra sabrá que hay Dios en Israel. Y sabrá toda esta congregación que Jehová no salva con espada y con lanza; porque de Jehová es la batalla, y él os entregará en nuestras manos.

1 Samuel 17:45/47


David sabía quién era y con quién estaba, y así hablaba, y  en esa posición caminaba. Porque cuando sabemos quienes somos y con quien estamos, y así nos movemos, tenemos la victoria asegurada, nada nos podrá intimidar, ni paralizar, porque estamos en la posición correcta. En la posición de hijos de Dios, dependiente de Él.

Dios te bendiga, Dios te guarde.

 

 

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