La oración de fe


La oración

La oración es hablar con Dios, y todos debemos comunicarnos con nuestro Padre. Debemos de hacerlo, como lo hacemos naturalmente con alguien que apreciamos mucho, que a diario nos comunicamos, y si no lo hacemos nos hace falta. Es de esta forma que debemos orar, diariamente, como hablamos con un amigo, con un hermano o como con un padre terrenal.

La oración, además de ser una forma de comunicarnos con Dios y de relacionarnos con Él, es también la forma donde nosotros recibimos de Dios lo que necesitamos como hijos suyos. De esta manera compartimos con el Padre todas nuestras necesidades, Él nos oye y nos suple de cada una de ella, de acuerdo a su voluntad. De este modo, sea cual sea la circunstancia, la podemos llevar a Él por medio de la oración, y Él nos escucha.

Y todo lo que pidiereis en oración, creyendo, lo recibiréis.

Mateo 21:22

Aquí Jesús dice, que todo lo pidamos en oración, creyendo, lo vamos a recibir. El requisito aquí es creer, si oramos con fe, todo lo que pidamos en oración será nuestro. Pero tenemos que creer, para que nuestra oración sea efectiva y llegue al corazón de Dios.


Cualquiera que sea tu necesidad, debes llevarla al Padre en oración y Él te escuchará, porque en Dios está la solución de todo. No temas, hablas con Él como tu Padre, cuéntale tu necesidades tal y como son, y verás el refrigerio de su poder en tu vida.

¿Está alguno entre vosotros afligido? Haga oración. ¿Está alguno alegre? Cante alabanzas. ¿Está alguno enfermo entre vosotros? Llame a los ancianos de la iglesia, y oren por él, ungiéndole con aceite en el nombre del Señor. Y la oración de fe salvará al enfermo, y el Señor lo levantará; y si hubiere cometido pecados, le serán perdonados.

Santiago 5:13-15

Que recurso tan poderoso es la oración, es la manera por la cual podemos traer el cielo a la tierra, y que sea manifestado de forma poderosa en nuestras vidas y en las vidas de los nuestros. No hay ninguna adversidad que no tenga solución en Dios, y en oración la podemos alcanzar y hacerla visible en tierra, solo tenemos que orar con fe; porque la oración eficaz del justo puede mucho. Este recurso debe ser utilizado por nosotros como un estilo de vida, no como algo circunstancial, porque mientras más hablamos con Dios más vamos a recibir de Él.


Orar sin desmayar



En ocasiones no vamos a recibir de una vez lo que estamos pidiendo, pero esto no quiere decir que Dios no nos vaya a responder. Cuando esto pasa, no nos podemos desesperar, tenemos que ser pacientes y seguir orando con más fuerza que antes. Es aquí donde tenemos que demostrar nuestra fe y persistir.

La perseverancia es muy importante para alcanzar los objetivos en nuestras vidas, de igual manera tenemos que ser perseverantes y persistentes en la oración, para que los cielos sean abiertos y se rompa todo aquello que está impidiendo el mover de Dios en tu vida. El reino de las tinieblas se opone a que seas bendecido, y tú tienes que tener ese conocimiento para no dejarte engañar.

También les refirió Jesús una parábola sobre la necesidad de orar siempre, y no desmayar, diciendo: Había en una ciudad un juez, que ni temía a Dios, ni respetaba a hombre. Había también en aquella ciudad una viuda, la cual venía a él, diciendo: Hazme justicia de mi adversario. Y él no quiso por algún tiempo; pero después de esto dijo dentro de sí: Aunque ni temo a Dios, ni tengo respeto a hombre, sin embargo, porque esta viuda me es molesta, le haré justicia, no sea que viniendo de continuo, me agote la paciencia. Y dijo el Señor: Oíd lo que dijo el juez injusto. ¿Y acaso Dios no hará justicia a sus escogidos, que claman a él día y noche? ¿Se tardará en responderles? Os digo que pronto les hará justicia. Pero cuando venga el Hijo del Hombre, ¿hallará fe en la tierra?

Lucas 18:1-8

 Para que nuestra oración sea eficaz, tenemos que orar siempre y no desmayar, porque si este juez injusto respondió de forma favorable para la viuda por la persistencia de ella, cuánto más vuestro Padre Celestial. Este juez no tenía temor de Dios ni nada que se parezca, pero para que la viuda yendo de continuo no le fuera a hacer perder la paciencia, le hizo justicia.


Si Jesús, que es nuestro maestro, utiliza este ejemplo para enseñarnos la importancia de orar siempre sin desmayar, es porque los resultados de la persistencia en la oración son numerosos para nuestras vidas. Él nos asegura que Dios nos responderá y nos hará justicia: Oíd lo que dijo el juez injusto. ¿Y acaso Dios no hará justicia a sus escogidos, que claman a él día y noche? ¿Se tardará en responderles? Os digo que pronto les hará justicia. 

Tenemos que ir a Dios con la certeza de que en Él está lo que necesitamos, de que Él nos escucha, y que nos va a responder a su tiempo, de acuerdo a su voluntad. Cuando oramos a Dios con esta seguridad, aunque pase un tiempo sin ver lo que pedimos, no nos vamos a desenfocar, ni vamos a desmayar, porque estamos seguros de que en Él está lo que necesitamos.  Y con esta seguridad vamos a persistir en oración, como la viuda en lo que pedía hasta conseguirlo, así lo haremos nosotros hasta que los cielos sean abiertos, y sea derramada la gloria del Rey en nuestras vidas.

Confesaos vuestras ofensas  unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho 

Santiago 5:16

No quedará en vergüenza, tu Padre Celestial responderá a tu petición, y hará justicia, porque La oración eficaz del justo puede mucho. Y por tanto veras la gloria de Dios.


Dios te bendiga Dios te guarde.

 

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