Reconoce quien eres y alcanza tu propósito
Saber quien eres te lleva al cumplimiento de la función para la cual fuiste creado,
pero muchas veces nos engrandecemos y nos creemos más que lo que realmente somos. Nos enaltecemos tanto que nos olvidamos de las debilidades que aún tenemos, y no nos damos cuenta que esto nos puede hacer abortar el plan y el propósito para el cual fuimos creados.
Si podemos entender quienes somos, si reconocemos nuestras debilidades y fortalezas, esto nos hará comprender las limitaciones que tenemos, y por ende, conoceremos hasta donde podemos llegar. Pero cuando no sabemos nada de esto, nos comportamos incesantemente y lo empeoramos todo en el paso de la vida.
Y peor aún, nunca somos culpables de nada. Siempre la culpa es de los demás, porque nunca sacamos el tiempo para mirarnos nosotros mismos, sino que siempre nos enfocamos en los que nos rodean y los hacemos responsables de todo lo que nos pasa.
Así nos pasamos el tiempo destruyéndonos, destruyendo a nuestros seres queridos, y a todos los que nos rodean. Pero si sacamos un momento para mirar nuestro interior, y buscar en nosotros la solución de lo que nos está aconteciendo durante mucho tiempo, si así lo hiciéramos, nuestra vida sería diferente.
Tenemos que cambiar de actitud, para que Dios abra nuestros ojos espirituales, nos de fuerza cada día mas, abra todas puertas cerradas y nos guíe al plan y al propósito que él tiene para nosotros.
Mientras no buscamos el error en nosotros, reconocemos nuestras debilidades y limitaciones y entregamos todo esto a Dios; estamos haciendo el papel de arrogante e insensato. Este se engrandece tanto por lo que supuestamente puede aportar como ser humano, esto porque considera que ningún otro lo puede hacer igual. Y por esta causa se pasea por todos los lugares lleno orgullo y muy influido por su importancia, lo cual esto no le ayuda en nada.
La verdad no se puede quitar la importancia al que la tiene, nunca se debe decir a alguien que no es útil, eso jamás, pero está mal creerse más que lo que realmente uno es. Es necesario ser humilde, para no ocasionar conflictos que solo nos llevan al retroceso y a la destrucción.
El tonto e insensato se agarra de su importancia y se envanece, para así reclamar los privilegios, que según el merece. Pero en su afán por ser grande, se convierte en arrogante y necio, aventado por su utilidad, y lo único que produce es un desorden, que solo lo lleva al retroceso y a la destrucción. Todo esto sucede por no conocer sus limitaciones, porque de conocerlas, no haría los movimientos fuera de contexto, que lo pueden hacer colapsar y abortar el plan y el propósito para el cual fue creado.
Conocer tus limitaciones no te hace más débil, al contrario te hace más fuerte, porque de esta forma sabes como ir a Dios, lo harás con humildad, de acuerdo a lo que realmente eres, todo lo entregarás a él y Dios te escuchara y ensalzara.
El orgullo nos hace colapsar y abortar el propósito del Padre, mientras que la humildad nos hace grandes y direcciona al plan de Dios. Es por eso que debes saber quien eres, porque así te diriges a Dios con humildad en lugar de engrandecerte por el orgullo, y colapsar frente al mundo.
Dios te bendiga y te guarde junto a los tuyos.
No hay comentarios.: