Movido por fe





Arrebata tu milagro                                                        

Había una mujer con un flujo de sangre, que al escuchar hablar de Jesús quiso ir a él en busca de su sanidad. Ella llegó a un lugar donde había mucha gente, quizás enferma como ella o más, pero no con la misma convicción que ella.

Ella llegó con una actitud diferente, los demás estaban allí, pero no demandaban nada; sin embargo, ella desde el camino iba demandando lo que ella necesitaba del maestro, y por esto a su llegada arrebató su milagro. Ella arrebató lo que muchos de los estaban allí necesitaban, pero no pudieron arrebatar. ¿Por qué ella y ellos no? Porque ella sabía lo que necesitaba y estaba convencida de que en Jesús estaba su solución. 

Pero una mujer que desde hacía doce años padecía de flujo de sangre, y había sufrido mucho de muchos médicos, y gastado todo lo que tenía, y nada había aprovechado, antes le iba peor, cuando oyó hablar de Jesús, vino por detrás entre la multitud, y tocó su manto. Porque decía: Si tocare tan solamente su manto, seré salva.

Marcos 5:25-28

Tienes que reconocer la necesidad que tienes y tener la convicción de donde está la solución, porque esto te dará la actitud correcta para demandar lo que realmente necesitas. Un movimiento en fe te llevará a ver lo que nunca habías visto.  No te quedes estático, muévete en fe y verás lo sobrenatural de Dios en tu vida. 

Y él le dijo: Hija, tu fe te ha hecho salva; vé en paz, y queda sana de tu azote.

Marcos 5:34

Lo que fue imposible durante muchos años, se hará posible en solo segundo, esto a través de un movimiento en fe. Lo que los hombres no pudieron resolver, ni hallarle solución, un movimiento en fe lo hizo posible. Por esta causa Jesús le dijo a Jairo: no temas solo cree. Sita. Porque cuando hay temor tú no te mueves, no haces nada, sino que te paralizas, pero cuando no hay temor en ti, cuando cree; te mueves y avanza confiado en aquello que ha creído. 

Pero Jesús, luego que oyó lo que se decía, dijo al principal de la sinagoga: No temas, cree solamente.

Marcos 5:36

Si caminas en fe arrebatará lo que otros no han podido arrebatar, aun estando en el lugar de la bendición no son bendecidos, porque solo un movimiento en fe te hace merecedor de la bendición. Porque no es llegar al lugar, no se trata de estar allí, sino de la convicción del por qué lo estás.

 

Decisión de fe



A veces tomamos una decisión y desde que se presenta una oposición, nos desanimamos rápidamente y queremos retroceder del camino que hemos tomado, pero lo que pasa es que no estamos tomando en cuenta las estrategias del enemigo, aquellas que usa cuando vamos en dirección correcta. El se inventa muchas cosas para desviarte cuando se siente amenazado por tus acciones. Esto se pone en evidencia, cuando vayas en buena dirección  y se levanta una tempestad para detenerte. 

Marcos 4:37/40 

Pero se levantó una gran tempestad de viento, y echaba las olas en la barca, de tal manera que ya se anegaba. Y él estaba en la popa, durmiendo sobre un cabezal; y le despertaron, y le dijeron: Maestro, ¿no tienes cuidado que perecemos? Y levantándose, reprendió al viento, y dijo al mar: Calla, enmudece. Y cesó el viento, y se hizo grande bonanza. Y les dijo: ¿Por qué estáis así amedrentados? ¿Cómo no tenéis fe?

Es por esto que al momento de emprender un proyecto o tomar un camino hay dos cosas que debe tener en cuenta: 1) Debes estar seguro de que Jesús va contigo. 2) No te debe faltar la fe. Debes estar cargado de fe y debes estar convencido de que Jesús está ahí contigo para salvarte y protegerte. Estas son dos armas poderosas, con las cuales estarás seguro de que no perecerás en medio de la tormenta, sino que llegarás al otro lado y cumplirás lo indicado allí.

Estas son las armas que necesitas para el momento en cual se enfurezcan las aguas con el propósito de intimidarte y no dejarte avanzar. ¿Y cuales son esas aguas que se enfurecen?  Son todas las dificultades que se te presentan cuando decides hacer lo bueno, aquello que amenaza al reino de las tinieblas.

Cuando decides algo así, se levanta la tormenta, se enfurece todo y se levanta el infierno en tu contra. Pero se puede levantar quien se levante, si estás cargado de fe tendrás la visión bien clara, y entenderás que son vientos contrarios, pero que en realidad vas en dirección correcta y que ningún levantamiento te impedirá llegar al lugar indicado. 

Un levantamiento de enemigo busca atemorizarte para que retroceda del camino que has emprendido, pero si estás cargado de fe, el miedo y el temor no te tocaran. Nada podrá evitar que llegues a aquel lugar, porque por medio de la fe haces tuyo lo sobrenatural de Dios, y lo mismo será manifiesto a través de ti. 


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