En los tiempos difíciles acércate a Dio



Refúgiate en Dios

Muchas veces nos sentimos tristes y abatidos, a tal punto que nos queremos morir, pero esa no es la solución, la solución es acudir a Dios que es nuestro hacedor, y que por tanto, tiene la solución de todo, y siempre está dispuesto a socorrernos y ayudarnos en todo.

Los momentos difíciles no son para correr de Dios, sino para acercarnos a Él cada vez más. Satanás quiere que así sea, que cuando se nos presenten las situaciones adversas nos alejemos de Dios, de hecho, muchas de las dificultades  y condiciones adversas que se nos presentan son ocasionadas por él, para alejarnos del Padre. Pero si somos sabios y confiamos plenamente en Dios, sus planes quedarán sin efectos, y cada día sin importar lo que nos esté sucediendo, nos acercaremos más y más a Dios.

El enemigo sabe que la solución de todo está en Dios, por eso nos quiere alejar de Él. Esa es una verdad que tenemos que tener con nosotros, para no dejarnos engañar, porque cuando ignoramos esa verdad, fácilmente nos desconectamos  del Padre y somos vencidos por el enemigo.  

 
Es Solo un proceso




El proceso no acabará contigo, solo es un pretexto de Dios para empujarte al cumplimiento de sus planes y propósitos. Cada obstáculo es un escalón para llegar al lugar prometido por Dios. El secreto es poder visualizarlo de esa manera y creerlo, para mantenerse fuerte y firme durante el camino. 

Todos tenemos un sueño de Dios con nosotros, y con el presente, siempre estaremos fuertes. José tenía un sueño dado por Dios, y ninguno de los obstáculos que se le presentaron pudieron detenerlo. Todo lo contrario,  cada uno de ellos lo conducía al cumplimiento de lo que él había soñado.

 Un sueño es una visión engendrada por Dios en ti, pero es cuestión de mantener presente y con vida esa visión depositada, para comprender que ningún acontecimiento te podrá detener, sino que cada uno te conduce al cumplimiento del sueño de Dios para tu vida.

 



Muchas veces estamos pasando por situaciones que pensamos que son para siempre, porque son muy duras y difíciles, pero en situaciones como esas, solo tenemos que analizar y buscar lo que tenemos que aprender con dicha condición. Si miramos en nuestros alrededores, nos daremos cuenta de que no todo está mal, sino que solo tenemos la mirada puesta en las dificultades que se nos están presentando en dicho lugar. 

Por algún proceso tenemos que pasar para crecer, y es muy importante entenderlo para, ascender al próximo nivel. Cuando no entendemos esto, estamos débiles durante el camino, y por ende se hará más difícil llegar. Pero consciente de este punto, tendremos una visión clara para ver cada detalle divino que se nos presente en el camino.

Dios está en tu desierto, promete no dejarte solo, y allí tampoco lo hará. Solo que debes creerlo así para ver sus manifestaciones durante todos tus caminos. En medio de un problema es donde menos Dios te deja solo, Él siempre está ahí. Si lo puedes creer, podrás ver y valorar cada detalle de Él en medio de la dificultad. De este modo, aprenderás lo que debes aprender allí, y harás lo que debes hacer para pasar al próximo nivel.

Es un paso en cual debes aprender una lección, tan pronto lo haces, harás lo que debes hacer en aquel lugar. Haciendo allí lo encomendado, te estás abriendo la puerta para el paso al siguiente nivel: el cumplimiento de lo prometido por Dios. Es un paso,  no te quedarás allí, llegarás a la tierra prometida.

 

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