Una vida de refrigerio en Dios



El bien de Dios para tu vida


Cuando tu estas caminando en los caminos de Dios tendrás una vida de refrigerio, porque tu reposo no viene de lo que ves naturalmente, sino de Dios. Tus ojos naturales pueden ver un panorama gris, pero esto no define tu estado de ánimo, porque tu estado de ánimo está sustentado en lo que pueden ver tus ojos espirituales, no en lo que ven los naturales. Porque los ojos naturales ven el panorama gris, pero los espirituales ven el bien de Dios para tu vida.

 Un panorama gris es algo natural, algo que cualquiera puede ver, pero lo espiritual no lo puede visualizar todo el mundo. Esta es la causa por la que en una circunstancia se pueden escuchar distintas voces, algunas negativas y otras positivas, porque cada uno habla de acuerdo a lo que puede ver.

Entonces Caleb hizo callar al pueblo delante de Moisés, y dijo: Subamos luego, y tomemos posesión de ella; porque más podremos nosotros que ellos. Más los varones que subieron con él, dijeron: No podremos subir contra aquel pueblo, porque es más fuerte que nosotros.

Números 13:30-31

Caleb veía que ellos podían más que los que estaban en tierra, pero los otros espías veían que el pueblo que allí estaba era más fuerte que ellos, y así habló cada uno, de acuerdo a lo pudo ver.

Si estás en un panorama donde hay diferentes voces debes afinar tus oídos y discernir muy bien para no ser confundido; porque donde existen distintas voces las hay de refrigerio y también de desastre, por eso debes estar muy atento y  tener tus oídos bien afinados para no ser confundido. Porque no todos pueden ver el bien en cada evento, solo aquellos que caminan con Dios y pueden ver cómo Él ve. Y ojo con esto: Dios estaba con todo el pueblo hebreo en el desierto, pero muy poco caminaron con Él. Los que caminaron con Él pudieron ver como Dios ve, y estos lograron disfrutar del bien de su presencia. 

Y hablaron mal entre los hijos de Israel, de la tierra que habían reconocido, diciendo: La tierra por donde pasamos para reconocerla, es tierra que traga a sus moradores; y todo el pueblo que vimos en medio de ella son hombres de grande estatura. También vimos allí gigantes, hijos de Anac, raza de los gigantes, y éramos nosotros, a nuestro parecer, como langostas; y así les parecíamos a ellos.

Números 13:32-33

En este panorama hubo diferentes voces, cada una de acuerdo a su visión. Ellos vieron todo esto, y así se dirigieron al pueblo, de acuerdo a lo que observaron con sus ojos naturales.

 Vieron una tierra que traga a sus moradores, vieron hombres de grande estatura, vieron gigantes, se vieron, a nuestro parecer, como langostas; y así vieron que les parecían a ellos.

Entonces toda la congregación gritó, y dio voces; y el pueblo lloró aquella noche.

Números 14:1

El pueblo lloró al oír las voces de desaliento, porque las mismas son contaminantes. Y cuidado,  porque pueden ser más contagiosas que las  de refrigerios, si tu visión no está clara y tus oídos  bien afinados. 

 

En la presencia de Dios



La clave es estar firme en tu caminar con Dios, tener los oídos atentos para sólo oír las voces de bien, la visión clara para ver el bien de Dios en cada circunstancia, y así lograr el refrigerio de la presencia de Dios en tu vida.

Tenemos que caminar como Dios quiere y hacer lo que a Él le agrada, y de este modo Él estará presente.  ¿Y que no hay en la presencia de Dios? En la presencia del Padre está tu salud, tu provisión, tu victoria, allí está todo lo que tu necesitas. Es cuestión de convencernos de su presencia y valorarla, y no hacer como Martha, que se quedó en los quehaceres naturales, afanada, porque estaba atada a ellos, y solo de este modo podía ver.

Dios esta ahí, pero si tu no te convences de eso, no podrás valorar su presencia, ni podrás caminar con Él. Pero cuando valoras su presencia y puedes caminar con Él, tendrás descanso y refrigerio, porque verás el bien de Dios en cada panorama.

Un panorama gris no puede alterar tu estado de ánimo, porque tú no estás enfocado en el panorama gris, sino en el bien de Dios que viene para ti. Y cuando tu enfoque está solo en el bien de Dios que viene para ti, en tu vida sólo tendrás refrigerio y descanso.

El desastre no es para ti, porque no es el bien de Dios. Lo que es para ti es el descanso, porque es lo que puedes ver, y lo mismo llegará a ti.

En conclusión, cuando podes ver el bien de Dios y valorar su presencia, no hay panorama gris que pueda alterar tu estado de ánimo, ni las diferentes voces lo podrán hacer; porque estás totalmente convencido de que el desastre no es para ti, sino el bien de Dios y vivir en refrigerio.


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