Descubre tus fortalezas y cumple tu propósito



Identifica lo que hay en ti


Dentro de ti está la fuerza que necesitas para vencer, pero también están las debilidades que te detienen y limitan. Es por eso que cada una de ellas deben ser identificadas para alcanzar la verdadera libertad, porque si solo identificamos una, la otra te hará tropezar y caer en el camino. Pero si cada una es identificada, le daremos la importancia necesaria y le daremos el lugar que merece. Esta es la causa por la que tenemos que descubrirlas y trabajarlas, porque si en nuestra ignorancia no tomamos en cuenta una de estas, no llegaremos al lugar que debemos llegar. 


Las fortalezas deben ser reconocidas y ejecutadas, para con el uso de las mismas, llegar al cumplimiento del propósito para el cual fuimos creados. De igual modo, las debilidades deben ser trabajadas, para poder obtener un buen desarrollo personal y espiritual, porque lo que no sabes que tiene, no le sacas provecho ni sabes el daño que te puede ocasionar.


Desde el principio Dios nos creó con todo lo que necesitamos, Él puso en nosotros la fortaleza necesaria para vencer en cualquier adversidad, pero para eso tenemos que comprender que nuestro creador nos creó completo tal y como Él es. Dios nos creó a su imagen y semejanza para dar frutos de acuerdo a Él.


Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra.

Génesis 1:26




Reconocer quienes somos es reconocer nuestras debilidades y fortaleza, pero no todos tienen esta virtud, porque no comprenden que este es un acto que engrandece a los que lo poseen, porque éste destruye el orgullo y pone en evidencia la humildad y sabiduría de aquellos . No todos poseen ese don de reconocer lo que tienen dentro, solo los sabios se apuran y ocupan por descubrir aquello que hay dentro de su interior.


Sin la sabiduría y la humildad, es muy difícil ejecutar esta acción, porque es más fácil  mirar hacia afuera y culpar a los demás de lo que nos pasa.  Pero alguien tiene la sabiduría de Dios prefiere revisar su interior y buscar el problema dentro de sí mismo en lugar de señalar al que le queda cerca, porque donde hay sabiduría hay carácter y responsabilidad.


Es más cómodo y sencillo culpar a los que nos rodean de todo lo que nos pueda suceder, ante que reconocer que está en nosotros lo que nos ocasiona el mal. Pero en realidad no reconocer los errores es una acción de necio, y de alguien que no pretende alcanzar ningún crecimiento personal ni espiritual.


Pero aquellos que han crecido y que han alcanzado la sabiduría divina, buscan dentro de sí mismos, y se dirigen al Padre rendidos para que él cambie lo que tenga que cambiar y sane todo lo que haya que sanar. Estos, ponen sus fortalezas en las manos de Dios para ser más fuertes, les entregan sus debilidades para que Dios las convierta en fortalezas, y así tomar lo que es suyo y  llegar al cumplimiento del propósito de las manos con el Padre.


No hay comentarios.:

Con tecnología de Blogger.